El hombre se ha esmerado para que sus alimentos sean un deleite para el paladar además de ser solamente el combustible que lo mantiene vivo. Sin embargo la alimentación puede ser el objeto desórdenes psicológicos como cualquier otro aspecto de la vida del ser humano.
¿Qué es un desorden alimenticio?
Se usa para designar una amplia variedad de irregularidades en la conducta alimenticia, y que se puede ajustar o no a un diagnóstico de un desorden alimenticio específico, como anorexia o bulimia nerviosa. Es decir que quien padece algún tipo de desajuste en su manera de comer puede ser diagnosticado con un desorden alimenticio no específico, pues la variedad de desajustes no han sido aún del todo claramente catalogados.
De esta manera, un cambio en los patrones de la alimentación puede ser causado por otro tipo de desajustes mentales, o por otros factores que pueden o no estar relacionados con lo mental o psicológico.
Los factores más comunes que pueden provocar este tipo de trastornos alimenticios, son en primera instancia los psicológicos. Las personas con estos desordenes, tienden a ser perfeccionistas con rigor. Son sujetos que temen a la crítica y desahogan sus corajes o frustraciones de forma poco saludable, y estas circunstancias las voltean hacia ellos, comiendo en exceso o, contrariamente, en inanición.
Factores familiares: Tienden a sentirse menospreciados, abandonados y solos aún al interior del núcleo familiar. Estas familias frecuentemente tienen normas rígidas, limitadas y sobreprotectoras para tratar y resolver sus conflictos. Exigen altos rangos de perfección y éxito, provocando con sus exigencias algunas disfunciones.
Factores sociales: En la actualidad las mujeres como nunca antes son exhortadas a ser delgadas. La televisión, las revistas y el cine son los mejores ejemplos de los mensajes que reciben las mujeres de las “ventajas” de mantenerse extremadamente delgadas y por ende más vulnerables y en perjuicio de su salud.
Si una persona es vulnerable a algún desorden, a veces lo que necesita para desencadenar una “avalancha” es un leve pretexto para disponerla al desajuste, que la persona no sabrá manejar y contrarrestar.
Las personas que padecen un desorden en la alimentación generalmente se caracterizan por:
¿Qué es un desorden alimenticio?
Se usa para designar una amplia variedad de irregularidades en la conducta alimenticia, y que se puede ajustar o no a un diagnóstico de un desorden alimenticio específico, como anorexia o bulimia nerviosa. Es decir que quien padece algún tipo de desajuste en su manera de comer puede ser diagnosticado con un desorden alimenticio no específico, pues la variedad de desajustes no han sido aún del todo claramente catalogados.
De esta manera, un cambio en los patrones de la alimentación puede ser causado por otro tipo de desajustes mentales, o por otros factores que pueden o no estar relacionados con lo mental o psicológico.
Los factores más comunes que pueden provocar este tipo de trastornos alimenticios, son en primera instancia los psicológicos. Las personas con estos desordenes, tienden a ser perfeccionistas con rigor. Son sujetos que temen a la crítica y desahogan sus corajes o frustraciones de forma poco saludable, y estas circunstancias las voltean hacia ellos, comiendo en exceso o, contrariamente, en inanición.
Factores familiares: Tienden a sentirse menospreciados, abandonados y solos aún al interior del núcleo familiar. Estas familias frecuentemente tienen normas rígidas, limitadas y sobreprotectoras para tratar y resolver sus conflictos. Exigen altos rangos de perfección y éxito, provocando con sus exigencias algunas disfunciones.
Factores sociales: En la actualidad las mujeres como nunca antes son exhortadas a ser delgadas. La televisión, las revistas y el cine son los mejores ejemplos de los mensajes que reciben las mujeres de las “ventajas” de mantenerse extremadamente delgadas y por ende más vulnerables y en perjuicio de su salud.
Si una persona es vulnerable a algún desorden, a veces lo que necesita para desencadenar una “avalancha” es un leve pretexto para disponerla al desajuste, que la persona no sabrá manejar y contrarrestar.
Las personas que padecen un desorden en la alimentación generalmente se caracterizan por:
*Extremistas en cuanto a consumo de alimentos, que se manifiesta por pérdida severa de peso, lo mismo que aumento crítico de peso, o fluctuaciones importantes en la báscula.
*La persona está completamente a disgusto con su imagen corporal, acompañado de una distorsionada percepción de las señales del cuerpo como el hambre, el enojo y la fatiga entre otras.
*Prácticas poco saludables como ayuno o comer compulsivamente, uso indiscriminado de laxantes, sustancias para bajar de peso, diuréticos y exceso de ejercicio.
*Terror irracional a engordar y un deseo obsesivo por adelgazar.
*Los desórdenes más comunes son la anorexia y la bulimia. Existen otros como el comedor compulsivo. Algunos afectados pueden tener síntomas de más de uno de estos desórdenes.
Signos de alarma
*Pérdida de peso significativa en poco tiempo y sin razón aparente.
*Fluctuaciones en el carácter (mal humor, enojo, incluso ira)
*Preferencia por los alimentos bajos en grasas o calorías.
*Dice ser una persona gorda aunque no lo sea.
*Detesta las partes voluminosas de su cuerpo.
*Evita socializar y se le dificulta expresar sus sentimientos.
*Cuando come de más, busca deshacerse de las calorías ingeridas por medio de vomito, ejercicio o medicamentos.
Tratamiento: Debe ser multidisciplinario y altamente individualizado. Debe haber valoración médica y seguir el desarrollo de un plan tomando en cuenta psicoterapia individual, familiar o de pareja.
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